El beneficio, el margen de beneficio es el problema, no el salario.
Creer que el salario es el culpable del desempleo que hay en España es tragarse la propaganda de los explotadores españoles. Empresarios sanguijuelas que buscan el beneficio astronómico y a corto plazo sin importarles las consecuencias sociales de su conducta. Seres codiciosos que viven pidiendo subvenciones y sueldos miserables para obtener beneficios no por sus productos o servicios sino por sus manejos ajenos a la libre competencia.
La presión de la demanda se compensa con un ajuste de mercado de los precios para equilibrar la oferta a la demanda, y se consigue que exista un estadio ideal de los precios.
Pero si un cártel de empresarios sube los precios con el único fin de aumentar sus beneficios, lo que hace es destruir el sistema de equilibrio que por obtener ganancias a corto plazo va expulsando del sistema al bolsillo de la calle al hacer un recorte del poder adquisitivo.
Lo mismo ocurre cuando el empresario codicioso baja el salario para aumentar su beneficio con la peregrina excusa de que es para abaratar costes para poder competir en el mercado.
Si el empresario extranjero pagando el doble en sueldos consigue competir favorablemente en el mercado español, entonces no se trata del precio del trabajo ni del despido libre sin indemnización.