Coimeros

El margen de beneficio de algunas empresas no depende de su participación eficaz o no en el libre mercado, como es de esperar, sino del trabajo sucio que realizan sus directivos comprando políticos y funcionarios.
Directivos en busca y captura de corruptos para extender el cheque de sobornos o comisiones.
Así, tenemos los precios más altos en comparación con otros países de nuestro entorno y hemos globalizado una forma de entender los negocios. De libertad, nada, de libre competencia nada de nada, de corromper sí, de buscar el favor político, por supuesto. De obtener ventajas por medio del juego sucio, sin dudarlo. De vender productos de tercera a precios de primera, claro que sí. Y si se vende usado por nuevo, mejor que mejor.

De aferrarse al sueldo mínimo, de dar sobres para evadir impuestos, de jornadas interminables sin pagar las horas extras, de cerrar contratos al llegar las vacaciones y volver a contratar al término de éstas para no pagarlas, de ignorar los derechos sociales, de subcontratar a precio de hambre, y de respetar el medio ambiente sólo si es ineludiblemente obligatorio. La seguridad e higiene en el trabajo, pura escenografía montada para el día de visita del inspector.

Éstos son los honestos empresarios que fueron ocupando el espacio de los malvados americanos en la selva de atrás.
Vivir para ver.

Conjeturas

La evolución de la especie para adaptarse al medio y el origen único del hombre, hace que desde su salida de África en su periplo por el globo en tránsito al polo le salieran aletas y pelo aceitado, que en su camino al oriente se volviera amarillo de ojos estirados, dejando atrás el rojo vikingo de sus cabellos y sus coloridos ojos, para que el sol de oriente no le irritara la vista.Y también que en el último millón dejara de transformarse porque ya estaba bien.

Ahora resulta que pudo haber otros homínidos contemporáneos a los ya conocidos africanos y que fueran éstos ya en su origen pelirrojos y que por tanto hoy en día convivieran no razas distintas sino hombres de origen distinto.

¿ En qué quedamos, hijos de Lucy, hijos de un único huevo espontáneo, génesis multifocal, transmutación ?

Despilfarro de Recursos

Una administración pública ineficaz hace de los ciudadanos unos monigotes de ventanilla en ventanilla acumulando y trasladando papeles de manera estúpida cuando es la misma administración la que pregunta sobre cosas que tiene la respuesta.
La incompetencia de los responsables provoca pérdidas de millones de horas de trabajo, traslados innecesarios y acumulación de archivos de papel absurdos en la era informática.
Con los conocimientos y medios que se dispone hoy, se puede atender cualquier solicitud sin traslados y sin papel agilizando y facilitando las gestiones ciudadano administración, ahorrando al contribuyente miles de millones en sueldos de parásitos burócratas que se reproducen para su beneficio en lugar de proporcionar servicio expedito al ciudadano.

En la empresa privada, es de risa el uso de la informática en la mayoría de ellas. Aplicaciones inadecuadas que impiden el óptimo rendimiento de las mismas. Así, el ordenador no pasa de ser una hoja de contabilidad y máquina de escribir.

¡Que te calles!

¡Pero, no habíamos quedado que dialogando se entiende la gente !

Diálogo de civilizaciones, ¿ se puede dialogar con una almeja ?
Y del diálogo con terroristas, ¿ también salieron quemados ?

A estas alturas se van a caer del burro.

El Crimen paga, y los inmorales conservan su puesto.

El colmo de un atentado de falsa bandera es que te lo roben. Que el beneficiado no se entere previamente de la operación puede ser positivo, pero de ahí a que haga todo lo contrario ante la opinión pública para que los efectos que buscaba la operación de los servicios secretos sean nulos es alucinante. Al final un resultado contrario a lo que se esperaba y una frase para la historia. "Estos habitantes lo entienden todo al revés"

Pero lo inédito es que el que practica el robo le sigue la corriente al autor pero llevándose el ascua a su sardina, aguando los planes de unos y otros pero no desvelando la operación sino que tapándola como le habría correspondido al beneficiario.

Una jugada maestra nunca vista, y con los ases en la mano para advertir y mantener callados a los responsables de la espada.