Colonias Mentales II
Mapas Falsos, Mentiras para Educar Lacayos
Le respondía al funcionario de aduanas que venía de un país pequeñito, mientras con pudor recogía su ropa interior otra vez a su maleta tras haber sido examinada por el policía.
Siempre fue la más atenta de la clase y aprendió con dedicación todo lo que le enseñaron. El Mapamundi, ese colosal mapa que competía en tamaño con el pizarrón era la bienvenida a la sala de clases que conseguía impregnarse de manera subliminal tras verlo por años, siempre allí, siempre comunicando algo que no se sabía qué, además de explicar donde estaban los continentes y sus países. Mercator y su desinformación habían hecho mella, habían conseguido distorsionar la realidad y forjar en la mente de esos niños una falsedad para imponer que la Metrópoli era grandiosa en tamaño comparada con su pequeño país. Claro, si Groenlandia era gigante, Noruega inmensa, la India entonces era de juguete, África una minucia, México un don nadie y suma y sigue. Así se educaron estas gentes, convenciéndolas de que el mundo en que vivían era insignificante en tamaño con el mundo de origen de las potencias.