La Deposición ante el Excremento de Justicia

En el exordio de la deposición llamó la atención al juez sobre la debilidad formal en su incriminación. Así el juez entendió que el imputado lo era más por sus antecedentes que por la carga de la prueba y lo puso en libertad, a pesar de que se le detuvo cuando apenas le quedaban por acabar un par de metros del final del túnel que daba a la caja acorazada del banco.

En el escrito de acusación, robo frustrado.

La defensa, en todo caso violar la ley de túneles pero de ahí al robo es acreditar lo inexistente ya que no se puede condenar intenciones sino hechos.

El juez le dió pistas al fiscal para la siguiente vez, espere usted a que penetre en la cámara acorazada y con el botín en la mano le detiene. Pero no se olvide que tiene que cogerle con una cantidad superior a x dineros para que se le acuse de un delito ya que de lo contrario, si es inferior, sólo le podrá acusar de hurto que no de robo, o sea, una falta.

Cuando el delincuente se deshace en dos segundos de la cartera tras robarla, cuando el traficante lleva encima únicamente la dosis personal, cuando el delincuente tiene una banda con menores de edad, el delincuente nos está tomando por idiotas y lo consigue.