Nacionalizar las pérdidas y Privatizar las ganancias

El Estado compra la deuda incobrable, la liquidez fluye con dinero del contribuyente y si no basta se endeuda a futuro, al contribuyente por supuesto, y así hasta sanear las entidades financieras para luego devolverlas a manos privadas, a esa elite de dirigentes bancarios que tienen un seguro contra la bancarrota pagado por sus políticos.

Con los manejos financieros crean dinero artificial, lo multiplican mil veces y obtienen ganancias de un dinero que no existe ya que es puro dinero virtual.

¿Adónde se fue el dinero, dónde está el crédito?, Se preguntaron muchos inocentes.

La respuesta estaba en el humo, se hizo humo. Cuando se detiene la cadena de colocaciones de activos tóxicos, los intereses del dinero virtual se esfuman. Los títulos no tienen valor, las ganancias son papel mojado y los fondos que compraron activos contaminados pensando en enormes ganancias, ¡y resulta que han comprado humo!

Fondos de pensiones, inversores dispares al acecho de la multiplicación del dinero, todos en la misma sintonía llamando a su corredor. Todos corren en la misma dirección hacia la artimaña del timador. Todos en el juego de la pirámide, todos en la banca de la tía. Todos moviendo el dinero real y virtual para multiplicarlo y ganar, ganar y ganar, no importa quien caiga ni a quien se atropelle. El asunto es multiplicar la inversión. La inversión productiva es cosa de pusilánimes la inversión real es la especulativa, la del dinero que corre, que vuela de un lugar a otro en instantes. Compra títulos, vende, sin parar sin importar la empresa ni sus empleados, me da igual, todo es multiplicar las ganancias, especular, especular y especular.