El Método Científico a su Servicio

Del calentamiento global al cambio climático, o como hacer cuadrar a martillazos una hipótesis para convertirla en una verdad asumible.
Ya nos advirtieron de la miseria y de los miserables falsos científicos con título que en lugar de seguir con rigor el método científico lo que hacían era descartar todo lo que contrariara a sus tesis y correlacionar imaginativamente para edificar una verdad más falsa que la buena fe de estos estafadores.
Estos curanderos con pasaporte diplomático y birrete se han erigido con sus trileras teorías en el oráculo de cuanto politicastro se asome al naziecologismo.
Estas pitonisas que no son capaces de acertar ni en el tiempo que hará en los siguientes tres días, son los que han elaborado modelos matemáticos indiscutibles para una previsión a cincuenta años. Con estos datos los mercaderes, sin esperar ni un segundo informe, tomaron la iniciativa y montaron el tongo de Kioto para el intercambio de cuotas de contaminación, previo pago, claro. Esta contaminación si tuviera relación con el cambio climático lo sería en proporción a lo que contribuye en desmejorar la atmósfera y nunca se le podría atribuir el 100% ya que faltaría la cuota de los volcanes, los pedos de los rumiantes, la radiación solar, etc.

La tierra funciona como un organismo vivo que se autorregula y que se transforma atendiendo a muchos otros parámetros que los de Kioto.
Pero donde está el negocio, está el negocio y si es con el respaldo de los intelectuales trileros que han calentado su sueldo, mejor.

Desde luego, hay que ser muy imbécil para creer que el hombre puede detener una glaciación por dejar de echar humo.