Homo Homini Lupus

El Estado hipócrita y cínico

Sube el petróleo, el gobierno se lamenta, pero sus ingresos se incrementan.
Cunde el tabaquismo, el gobierno se lamenta, pero sus ingresos llenan las arcas.
Crece el alcoholismo, el gobierno se lamenta, pero sus ingresos se multiplican.

El Estado cobra el impuesto de circulación y no destina lo recaudado ni para el pavimento, ni para seguridad ni para el mantenimiento.
El Estado no confía en los profesionales privados, ha creado plantas de inspección técnica de vehículos, para que pasen sin olvido y repetidamente por caja los motorizados. Cuántas horas perdidas inútilmente en la cola y el desplazamiento aunque te hayan dado hora y día con una llamada a cita previa. Cuando bastaba con ir al propio taller mecánico para que te revise y selle la visita obligatoria y rutinaria.

El Estado se lamenta por el fracaso escolar, cuando los programas educativos salen de sus entrañas.
El Estado se lamenta por los índices de delincuencia.

El Estado se asusta por lo que pasa en las prisiones.

Cedo un espacio de mi libertad a Leviatán, para que éste me garantice seguridad.
Pero cuidado, si hemos creado un monstruo devorador, hipócrita y cínico.