Entre sinvergüenzas y sinvergüenzas

El Arte de los tramposos

Cuentan que al albor los mozos de la caverna tenían que demostrar proezas para ser considerados dignos de merecer categoría de hombres, y por su valentía pasar a ser admirados por las féminas, temidos por los débiles y aborrecidos por los enemigos.

Diversos ritos de iniciación de orígen cavernícola aún subsisten, son contemporáneos a rascacielos y viajes espaciales. Algunos de ellos han conservado su esencia primitiva en su forma y otros han evolucionado a la categoría de Arte.

Recordemos, que el sentido primordial de la práctica del rito de iniciación, es la demostración fehaciente del valor, de la capacidad y de la destreza. Todo esto con las reglas bien definidas de antemano para considerar el sistema de proezas homologado y equivalente en los de su género. Pero, y si los mediocres, los cobardes, los pusilánimes, hubiesen encontrado una fórmula de hacer trampas al igual que los ilusionistas, ante la mirada atónita de los espectadores asombrados, para conseguir por medios fraudulentos, la deseada y valiosa admiración de su pueblo. Hoy, podemos encontrar diversos y monumentales fraudes que son parte de la idiosincracia de algunos pueblos. Tal vez, pueblos nacidos de esos forjadores de incautos y que dominados por los artistas del birlibirloque creyeron que las malas artes y las buenas artes solo eran un camino, un método alternativo, para lograr determinados fines.

Lo que resulta increíble, es que encontremos legiones de pardillos siguiendo hoy a los embaucadores que con la colaboración de los listillos del lugar, les vacían los bolsillos sin que se den cuenta, y ver al mismo tiempo que la maquinaria de propaganda elogiadora carcome el cerebro de los débiles de carácter, para tenerles sentimentalmente cautivos secuestrando su libre albedrío.

Toros

Fiesta nacional.

Sale por el toril, el toro embravecido,( a veces drogado y las que no, con aceite en los ojos para que vea borroso), donde le espera en la arena el artista armado de un estoque, pero que lleva escondido. Se lanza ante la bestia con pasos y pases estudiados luciendo ademanes. Momentos después, entran unos banderilleros que tienen por misión clavar unos harpones en el lomo del animal con el propósito de destrozarle su sistema nervioso de respuesta ante un ataque.

Tras un toque de corneta entra un caballero armado de una lanza que le atiza con el mismo fin.

Tras el esperpento, el toro apocado en sus facultades por tercera vez, es ridiculizado por el matarife vestido de luces, que le asesta el estoque hasta atravesarlo y darle muerte.

El público en pié ovaciona la faena, las féminas le lanzan sus bragas al ruedo y la cuadrilla pasa por la millonaria caja.

Empresas españolas compran empresas chilenas.

Los empresarios españoles (la mayoría negreros), modelo de muchos chilenos.

La transición española (preparada y ejecutada por la CIA), fuente de inspiración de la transición chilena.

¡Qué triste!