Un País de Snobs

Pasen y vean.

En el país de los nuevos ricos, los cursis y los pedantes.
La realidad inventada es aplastante. Ya no es como antes, ahora somos gobernantes.
Los hijos snobs, encumbrados por títulos universitarios, que ocultamos en secreto a nuestros padres analfabetos y que aprendimos a mear en el corral. Ya tenemos biografía, con currículum vitae inventado, qué mejor escenografía.
Parias del tercer mundo, venid, así me comparo al amparo de la única diferencia, nosotros vamos en coche y vosotros todavía en diligencia.
Les damos la enhorabuena.
Sean bienvenidos los cogoteros, los bandidos de cuello blanco ó azul, las secretarias medio putas y las verduleras también.
Pasen y acomódense, y brindaremos por tener un callampero como portero, jardinero o piscinero, que nos cuide el chalet.
Saborearemos las delicadas carnes y guisos que nos preparará la cocinera versada en solomillos y otras degustaciones, recién llegada de las montañas del ecuador, o de los suburbios de colombia, en donde como es sabido, los callamperos dominan el arte culinario desde chicos con destreza cocinando en los sumideros de la extrema pobreza.
Ponga en su casa una cubana o una dominicana, que le alegrará las facturas del teléfono y se divertirá viendo como manda encomiendas a sus familiares día por medio directamente desde su refrigerador.

Ponga en su casa una ucraniana o una polaca que le alegrará la visa o la master card, así podrá usted fardar de rubia original.
Case a su hijo con una buscona argentina, peruana o boliviana, quién da más.
Mándenos al indio más feo y poblacional y lo pondremos de relacionador público en alguna afamada discoteca o pub, rodeado de bellezas nórdicas o del lugar, que tampoco están nada mal.
No estudie, no sea caballero, le queremos chulo, prepotente y liante. A usted de albañil, a usted de camarero o tal vez de camionero, y si me apura de cocinero.
A usted señorita, le premiaremos su vocabulario barriobajero, sus tetas y su culo, así nos vale de dependienta para entender a las clientas.
Mándenos marihuaneros, que los ascenderemos a cocaleros.
Mándenos a los parientes, que les daremos medicinas gratis, subsidios, y pisos del ayuntamiento amén de atención médica integral, sin pagar un cobre, que no está mal.
Mándenos maricones, que se los casaremos y desgraciados niños huérfanos les daremos.
Colegio gratis para los moros y negritos, es igual si en el patio rematan al profesor. En la ONG, al asesino lo pondremos de asesor.
Que gracia y que étnico, nos resulta verles. Esos, los hijos adolescentes de nuestros inmigrantes como se emborrachan, drogan y se acuchillan entre pandilleros de ecuatorianos, hondureños, colombianos y dominicanos. Y otros más. Solo roban para comprar droga, no es por el vicio de robar. No vaya usted a ser mal pensado. Que se nos pueden enfadar y luego acusarnos de discriminadores ante un tribunal.
Hay que ser solidario, hay que ser ecologista, no hay que ser egoísta, hay que comprender que los rumanos despojados tantos años, tengan necesidades y prisas por tragar y que se lleven las mercaderías de los supermercados sin pagar.
Que los búlgaros, sufridos búlgaros vorosnoff, se lleven su coche a punta de Kalashnikov.
Que los rusos laven dinero en su ciudad, sea cuestión de negocios muy limpios.
Y que un moro le robe en una esquina su teléfono móvil, compréndalo, es un acto de justicia social.


Regalamos papeles, bienvenidos al reparto del maná.