Injustos Ineptos

La administración de justicia está plagada de ineptos, y ya no se trata de atribuir la injusticia a malas leyes.
Es un desastre, una plaga de administrativos de todo rango con patente de funcionario que instalada en uno de los poderes del Estado, realiza cada día un trabajo que sería rechazado inmediatamente en un control de calidad.
Es muy grave que el sistema judicial de un país esté parasitado por personal administrativo que por su incompetencia genere arbitrariedad.
Estos funcionarios torpes y con mentalidad de intocables abusan y atropellan al ciudadano corriente quien cohibido por las amenazas de sanciones con riesgo de multas o prisión hace acto de sumisión para no aparecer como rebelde ante estos auxiliares de justicia. Estos elementos del cuerpo de administrativos del poder judicial que nadie sabe con qué permiso, pero que a media mañana salen de su puesto de trabajo para irse al bar o a realizar compras particulares dejando en espera infinita al ciudadano cada día más indignado, son los culpables directos de que los juzgados se conviertan en un cuello de botella que atasca los procesos haciendo de un trámite judicial una odisea kafkiana.
No es de recibo que una citación con hora fija se convierta en un número indefinido cuando la gente se presenta en un juzgado, porque los que tienen que tener todo preparado no lo tienen por desidia.
No es de recibo que a los funcionarios de policía se les tenga en esperas interminables que les desmotivan y les quitan horas preciosas de labor en la calle en la lucha contra la delincuencia.
Es hora de comenzar a exigir de los funcionarios públicos responsabilidades. Y si hace falta echar a la calle a toda esta gente; ¡Pues, a la calle!
La plaza de funcionario debe dejar de ser una propiedad vitalicia para pasar a ser temporal y renovable si pasa los controles de satisfacción y calidad que se deben imponer para acabar de una vez por todas con esta lacra de mandarines.