El presente es cercanía, el pasado lejanía, ambos unidos por la luz

Las agujas del reloj señalaban las 09:00 horas. Era el momento que se había calculado para que Minerva diera respuesta al misterio del cuarto elemento. Las coordenadas y los ajustes técnicos se habían preparado con meticulosidad para garantizar el éxito de la misión.
Los periódicos de la época habían llenado páginas con el crimen del descampado. Todo el mundo conjeturaba, pero pasó el tiempo y el caso se quedó sin resolver. Cuando se descubrió Minerva nadie había pensado en la utilidad para este caso y fue la profesora Gigi la que sugirió la posibilidad de emplear el sistema para esclarecer lo que pasó ese día.
Estaban todos atentos a la pantalla y de pronto como si fuera la proyección de una película se vio nítidamente la escena en tiempo real del suceso acontecido años atrás en el descampado desvelando el caso ante los asombrados testigos transtemporales.
Minerva se descubrió en el observatorio Rolf, como un objeto del universo que tenía la particularidad de reflejar la luz rebotada de la Tierra. En su viaje de 300.000 k/s la luz se lleva al pasado por el universo. La profesora Gigi gustaba de observar las estrellas y decía que miraba el cielo tal como había sido a pesar de estar mirándolo en el presente. De esa experiencia pensó en la utilidad de Minerva como espejo del pasado visto en el presente gracias al tiempo conservado en la luz en su viaje por el universo.